viernes, 30 de noviembre de 2012

"LAS TRES CAMPANADAS" DE SAN JOSE MARIA

Antes de morir el Fundador del Opus Dei envió tres cartas – entre 1972 y 1974 - a los fieles de la Prelatura que, por la importancia que el propio Fundador les dio, son conocidas en la Obra como las Tres Campanadas.


Estas cartas no han sido publicadas, quedando restringidas a algunos de los fieles numerarios de la Prelatura. Solamente se han filtrado dos de ellas, cuyos algunos párrafos se transcriben más abajo. Una de ellas -según se comenta, mucho más dura que las otras dos- permanece inaccesible, incluso para la mayoría de los miembros numerarios de la Prelatura.

Más allá de lo que dicen las cartas, que tampoco sorprende, lo relevante de ellas pasa por el hecho de que fueron tenidas a la vista para el proceso de canonización del Fundador -que se centra en los últimos años de la vida de Escrivá de Balaguer - y ninguna objeción doctrinal o eclesial fue realizada por las autoridades vaticanas sobre estos escritos. Es decir, existe una aceptación por parte de la Autoridad Máxima de la Iglesia de estas opiniones del Fundador del Opus Dei como legítimas -más allá de ser opiniones- sobre el post-concilio y la situación interna de la Iglesia. Como se verá, algunos de los conceptos del Fundador van un poco más allá de la alegoría de SS Pablo VI -precisa y contundente pero limitada en su explicitación- sobre el "humo de Satanás" que se ha colado dentro de la Iglesia de Dios. Sólo se hace hincapié en el hecho de que estas cartas fueron escritas hace ¡35 años! ¡Lo que diría ahora!

LAS TRES CAMPANADAS.

Tiempo de prueba son siempre los días que el cristiano ha de pasar en esta tierra. Tiempo destinado, por la misericordia de Dios, para acrisolar nuestra fe y preparar nuestra alma para la vida eterna.

Tiempo de dura prueba es el que atravesamos nosotros ahora, cuando la Iglesia misma parece como si estuviese influida por las cosas malas del mundo, por ese deslizamiento que todo lo subvierte, que todo lo cuartea, sofocando el sentido sobrenatural de la vida cristiana.

Llevo años advirtiéndoos de los síntomas y de las causas de esta fiebre contagiosa que se ha introducido en la Iglesia, y que está poniendo en peligro la salvación de tantas almas...

Convenceos, y suscitad en los demás el convencimiento, de que los cristianos hemos de navegar contra corriente. No os dejéis llevar por falsas ilusiones. Pensadlo bien: contra corriente anduvo Jesús, contra corriente fueron Pedro y los otros primeros, y cuantos —a lo largo de los siglos— han querido ser constantes discípulos del Maestro. Tened, pues, la firme persuasión de que no es la doctrina de Jesús la que se debe adaptar a los tiempos, sino que son los tiempos los que han de abrirse a la luz del Salvador. Hoy, en la Iglesia, parece imperar el criterio contrario: y son fácilmente verificables los frutos ácidos de ese deslizamiento. Desde dentro y desde arriba se permite el acceso del diablo a la viña del Señor, por las, puertas que le abren, con increíble ligereza, quienes deberían ser los custodios celosos...

Es hora, pues, de rezar mucho y con amor, y de pedir al Señor que quiera poner fin al tiempo de la prueba.

No podemos dejar de insistir. No buscamos nada para cada uno de nosotros, por interés personal; buscamos la santidad, que es buscar a Dios. Y Él espera que se lo recordemos con insistencia. Se están causando voluntariamente heridas en su Cuerpo, que va a ser muy difícil restañar. Nos dirigimos a la Trinidad Beatísima, Dios Uno y Trino, para que se digne acortar cuanto antes esta época de prueba. Lo suplicamos por la mediación del Corazón Dulcísimo de María; por la intercesión de San José, nuestro Padre y Señor, Patrono de la Iglesia universal, a quien tanto amamos y veneramos; por la intercesión de todos los Ángeles y Santos, cuyo culto algunos intentan extirpar de la Iglesia Santa...

Resulta muy penoso observar que —cuando más urge al mundo una clara predicación— abunden eclesiásticos que ceden, ante los ídolos que fabrica el paganismo, y abandonan la lucha interior, tratando de justificar la propia infidelidad con falsos y engañosos motivos. Lo malo es que se quedan dentro de la Iglesia oficialmente, provocando la agitación. Por eso, es muy necesario que aumente el número de discípulos de Jesucristo que sientan la importancia de entregar la vida, día a día, por la salvación de las almas, decididos a no retroceder ante las exigencias de su vocación a la santidad...

La lucha interior —en lo poco de cada día— es asiento firme que nos prepara para esta otra vertiente del combate cristiano, que implica el cumplimiento en la tierra del mandato divino de ir y enseñar su verdad a todas las gentes y bautizarlas (cfr. Matth. XXVIII, 19), con el único bautismo en el que se nos confiere la nueva vida de hijos de Dios por la gracia.

Mi dolor es que esta lucha en estos años se hace más dura, precisamente por la confusión y por el deslizamiento que se tolera dentro de la Iglesia, al haberse cedido ante planteamientos y actitudes incompatibles con la enseñanza que ha predicado Jesucristo, y que la Iglesia ha custodiado durante siglos. Éste, hijos míos, es el gran dolor de vuestro Padre. Éste, el peso del que yo deseo que todos participéis, como hijos de Dios que sois. Resulta muy cómodo —y muy cobarde— ausentarse, callarse, diluidos en una ambigua actitud, alimentada por silencios culpables, para no complicarse la vida. Estos momentos son ocasión de urgente santidad, llamada al humilde heroísmo para perseverar en la buena doctrina, conscientes de nuestra responsabilidad de ser sal y luz.

Hemos de resistir a la disgregación, cuidando sobrenaturalmente nuestra propia entrega y sembrando sin desmayos, con decisión, con serenidad y con fortaleza, la doctrina y el espíritu de Jesucristo.

Considerad que hay muy pocas voces que se alcen con valentía, para frenar esta disgregación. Se habla de unidad y se deja que los lobos dispersen el rebaño; se habla de paz, y se introducen en la Iglesia —aun desde organismos centrales— las categorías marxistas de la lucha de clases o el análisis materialista de los fenómenos sociales; se habla de emancipar a la Iglesia de todo poder temporal, y no se regatean los gestos de condescendencia con los poderosos que oprimen las conciencias; se habla de espiritualizar la vida cristiana y se permite desacralizar el culto y la administración de los Sacramentos, sin que ninguna autoridad corte firmemente los abusos —a veces auténticos sacrilegios— en materia litúrgica; se habla de respetar la dignidad de la persona humana, y se discrimina a los fieles, con criterios utilizados para las divisiones políticas.

Toda esa ambigüedad es camino abierto, para que el diablo cause fácilmente sus estragos, más cuando se ve que es corriente —en todas las categorías del clero— que muchos no prediquen a Jesucristo y, en cambio, parlotean siempre de asuntos políticos, sociales —dicen—, etc., ajenos a su vocación y a su misión sacerdotal, convirtiéndose en instrumentos de parte y logrando que no pocos abandonen la Iglesia...

No se puede imponer por la fuerza la verdad de Cristo, pero tampoco podemos permitir que, con la violencia de los hechos, nos dominen como ciertos y justos, criterios que son una patente deserción del mensaje de Jesucristo: esta violencia se comete por algunos, impunemente, dentro de la Iglesia. Sería una deslealtad y una falta de fraternidad con el pueblo fiel, no resistir al presuntuoso orgullo de unos pocos que han maleado ya a tantos, sobre todo en el ambiente eclesiástico y religioso.

Comprended que no exagero. Pensad en la violencia que sufren los niños: desde negarles o retrasarles el bautismo arbitrariamente, hasta ofrecerles como pan del alma catecismos llenos de herejías o de diabólicas omisiones; o en la que se actúa con la juventud, cuando —¡para atraerla!— se presentan principios morales equivocados, que destrozan las conciencias y pudren las costumbres. Violencia se hace, también diabólica, cuando se manipulan los textos de la Sagrada Escritura y se llevan al altar en ediciones equívocas, que cuentan con aprobaciones oficiales. Y no podemos dejar de ver el brutal atropello que se impone a los fieles, y en los fieles al mismo Jesucristo, cuando se oculta el carácter de sacrificio de la Santa Misa o cuando el dinero de las colectas se malgasta en propagar ideas ajenas al enseñamiento de Jesucristo. Hijos, míos, nunca se ha hablado tanto de justicia en la Iglesia y, a la vez, nunca se ha empleado tanta injusta opresión con las conciencias...

Nos sentimos obligados a resistir a estos nuevos modernistas —progresistas se llaman ellos mismos, cuando de hecho son retrógrados, porque tratan de resucitar las herejías de los tiempos pasados—, que ponen todo en discusión, desde el punto de vista exegético, histórico, dogmático, defendiendo opiniones erróneas que tocan las verdades fundamentales de la fe, sin que nadie con autoridad pública pare y condene reciamente sus propagandas. Y si algún pastor habla decididamente, se encuentra con la sorpresa —amarga sorpresa— de no ser suficientemente apoyado por quienes deberían sostenerlo: y esto provoca la indecisión, la tendencia a no comprometerse con determinaciones claras y sin equívocos.

Parece como si algunos se empeñaran en no recordar que, a lo largo de toda la historia, los que guían el rebaño han tenido que asumir la defensa de la fe con entereza, pensando en el juicio de Dios y en el bien de las almas, y no en el halago de los hombres. No faltaría hoy quien tachara a San Pablo de extremista cuando decía a Tito cómo debería tratar a los que pervertían la verdad cristiana con falsa! doctrinas: increpa illos dure, ut sani sint in fide (Tit. I, 13); repréndelos con dureza —le escribía el Apóstol—, para que se mantengan sanos en la fe. Es de justicia y de caridad, obrar así.

Ahora, sin embargo, se facilita la agitación con un silencio que clama al cielo, cuando no se coloca a los saboteadores de la fe en puntos neurálgicos, desde los que pueden sembrar la confusión «con aprobación eclesiástica». Ahí están tantos nuevos catecismos y programas de «enseñanza religiosa» testimoniando la verdad de lo que afirmo.

Hijos de mi alma, pidamos a Nuestro Señor que ponga término a esta dura prueba...

No podemos dormirnos, ni tomarnos vacaciones, porque el diablo no tiene vacaciones nunca y ahora se demuestra bien activo. Satanás sigue su triste labor, incansable, induciendo al mal e invadiendo el mundo de indiferencia: de manera que muchas gentes que hubieran reaccionado, ya no reaccionan, se encogen de hombros o ni siquiera perciben la gravedad de la situación; poco a poco, se han ido acostumbrando.

Esta carta es como una tercera invitación, en menos de un año, para urgir vuestras almas con las exigencias de la vocación nuestra, en medio de la dura prueba que soporta la Iglesia...

Os escribo para que estéis prevenidos ante los asaltos del diablo, que ataca a la hora undécima quizá, casi al fin de este caminar de aquí abajo…

No olvidéis el particular empeño que pone en estos tiempos el demonio, para lograr que los fieles se separen de la fe y de las buenas costumbres cristianas, procurando que pierdan hasta el sentido del pecado con un falso ecumenismo como excusa. Deseamos, tanto como el que más lo desee, la unión de los cristianos: y aun la de todos los que, de alguna manera, buscan a Dios. Pero la realidad demuestra que en esos conciliábulos, unos afirman que sí y —sobre el mismo tema— otros lo contrario. Cuando —a pesar de esto— aseguran que van de acuerdo, lo único cierto es que todos se equivocan. Y de esa comedia, con la que mutuamente se engañan, lo menos malo que suele producirse es la indiferencia: un triste estado de ánimo, en el que no se nota inclinación por la verdad, ni repugnancia por la mentira. Se ha llegado así al confusionismo: y se aniquila el celo apostólico, que nos mueve a salvar la propia alma y las de los demás, defendiendo con decisión la doctrina sin atacar a las personas...

Se escucha como un colosal non serviam! (Ierem. 11, 20) en la vida personal, en la vida familiar, en los ambientes de trabajo y en la vida pública. Las tres concupiscencias (cfr. 1 Ioann. 11, 16) son como tres fuerzas gigantescas que han desencadenado un vértigo imponente de lujuria, de engreimiento orgulloso de la criatura en sus propias fuerzas, y de afán de riquezas. Toda una civilización se tambalea, impotente y sin recursos morales...
En una palabra: el mal viene, en general, de aquellos medios eclesiásticos que constituyen como una fortaleza de clérigos mundanizados. Son individuos que han perdido, con la fe, la esperanza: sacerdotes que apenas rezan, teólogos —así se denominan ellos, pero contradicen hasta las verdades más elementales de la revelación— descreídos y arrogantes, profesores de religión que explican porquerías, pastores mudos, agitadores de sacristías y de conventos, que contagian las conciencias con sus tendencias patológicas, escritores de catecismos heréticos, activistas políticos.

Hay, por desgracia, toda una fauna inquieta, que ha crecido en esta época a la sombra de la falta de autoridad y de la falta de convicciones, y al amparo de algunos gobernantes, que no se han atrevido a frenar públicamente a quienes causaban tantos destrozos en la viña del Señor.

Hemos tenido que soportar —y cómo me duele el alma al recoger esto— toda una lamentable cabalgata de tipos que, bajo la máscara de profetas de tiempos nuevos, procuraban ocultar, aunque no lo consiguieran del todo, el rostro del hereje, del fanático, del hombre carnal o del resentido orgulloso...

El cinismo intenta con desfachatez justificar —e incluso alabar— como manifestación de autenticidad, la apostasía y las defecciones. No ha sido raro, además, que después de clamorosos abandonos, tales desaprensivos desleales continuaran con encargos de enseñanza de religión en centros católicos o pontificando desde organismos para-eclesiásticos, que tanto han proliferado recientemente.

Me sobran datos bien concretos, para documentar que no exagero: desdichadamente no me refiero a casos aislados. Más aún, de algunas de esas organizaciones salen ideas nocivas, errores, que se propagan entre el pueblo, y se imponen después a la autoridad eclesiástica como si fueran movimientos de opinión de la base...

Por desgracia, se observan también en la Iglesia sitios —cátedras de teología, catequesis, predicación— que deberían alumbrar como focos de luz, y se aprovechan —en cambio— para despachar una visión de la Iglesia y de sus fines totalmente adulterados. Hijos míos, es un grave pecado contra el Espíritu Santo, porque precisamente el Paráclito vivifica con su gracia y sus dones a la Iglesia (Catecismo Mayor de San Pío X, n. 143), establece allí el reinado de la verdad y del amor, y la asiste para que lleve con seguridad a sus hijos por el camino del cielo (ibid.).

Confundir a la Iglesia con una asamblea de fines más o menos humanitarios, ¿no significa ir contra el Espíritu Santo? Ir contra el Espíritu Santo es hacer circular, o permitir que circulen sin denunciar sus falsedades, catecismos heréticos o textos de religión que corrompen las conciencias de los niños, con enseñanzas dañosas y graves omisiones…

Errores y desviaciones, debilidades y dejaciones he dicho ya: y ahora —como siempre— el mal se envuelve diabólicamente en paños de virtud y de autoridad: y así resulta más fácil que se fortalezca y que produzca más daño. Porque aparecen gentes con una falsa religiosidad, saturada de fanatismo, que se oponen desde dentro a la Iglesia de Jesucristo, dogmática y jurídica, haciendo resaltar —con increíble desorden, cambiando por los del Estado los fines de la Iglesia— lo político antes que lo religioso.

Todo coopera al desprestigio general de la autoridad eclesiástica y a que no se corrijan con oportunidad y energía los desórdenes: los desatinos heréticos, la inestabilidad, la confusión, la anarquía en asuntos de fe y de moral, de liturgia y de disciplina. A esta situación la llaman algunos —defendiéndola— aggiornamento, cuando es relajación y menoscabo del espíritu cristiano, que trae como consecuencia inmediata —entre otros efectos— la desaparición de la piedad, la carencia de vocaciones sacerdotales o religiosas, el apartar a los fieles en general — ya lo dije— de las prácticas espirituales. Y, por tanto, menos trabajo en servicio de las almas, al paso que los eclesiásticos —al verse ineficaces— se muestran desgraciados y abandonan el proselitismo, porque piensan que procurarán también la infelicidad a otros...

No se relee sin gran dolor lo que San Pío X describió en su encíclica Pascendi, cuando exponía las características del modernismo, que en ese documento definía como compendio de todas las herejías. Todo aquello que entonces el Magisterio universal de la Iglesia intentó atajar con penetrante visión y energía sobrenatural, aparecía ya con su enorme gravedad, pero era todavía un mal relativamente limitado a algunos sectores. En nuestros días ese mismo mal —idéntico en su inspiración de raíz y con frecuencia en sus formulaciones— ha resurgido violento y agresivo, con el nombre de neomodernismo, y en proporciones prácticamente universales. Aquella enfermedad mortal, antes localizada en unos pocos ambientes malsanos, y contenida dentro de esas fronteras por prudentes medidas de la Santa Sede, ha alcanzado aspectos de epidemia generalizada. Su extensión ha facilitado su virulencia y la manifestación de efectos monstruosos en cantidad y en calidad, que quizá ni siquiera hubiésemos podido imaginar ante los primeros brotes del modernismo.

Lo que inicialmente se mostraba sólo, aunque ya fuese muy grave, como la reducción de las Verdades dogmáticas a la simple experiencia subjetiva, conservando algún matiz espiritual, se ha degradado aún más: las hondas exigencias del alma —y aun las de la misma gracia divina— quedan disueltas en la horizontalidad sin relieve de lo mundano: identificando el amor de Dios con las aspiraciones o deseos más inmediatos del hombre-masa, sometido a los determinismos de la planificación materialista y atea, y a la de los instintos animales.

La soberbia de la vida (I Ioann. II, 16) presenta su vanidad total en la exteriorización de la concupiscencia de los ojos, ambición de poder y de bienes terrenos, sin mesura; y de la concupiscencia de la carne, sensualidad sin freno y degradación libertina. Es como la descomposición entera de un cuerpo, después de haber perdido el alma...

Si, para combatir eficazmente los males del modernismo, San Pío X —como de modo análogo había hecho antes León XIII— señalaba, entre los más importantes remedios que urgía poner, el fiel seguimiento de la filosofía y de la teología de Santo Tomás, es patente que ahora se impone como nunca el estricto cumplimiento de esa disposición. Con el Motu proprio Doctoris Angelici, San Pío X traducía, en normas disciplinares concretas, lo que había sido una constante recomendación de sus antecesores en la Sede de Pedro, desde el año 1325.

No me parece ocioso transcribir aquí algunas de las afirmaciones de ese documento pontificio: se deben conservar santa e inviolablemente los principios filosóficos establecidos por Santo Tomás, a partir de los cuales se aprende la ciencia de las cosas creadas de manera congruente con la Fe, se refutan los errores de cualquier época, se puede distinguir con certeza lo que sólo a Dios pertenece y no se puede atribuir a nadie más, se ilustra con toda claridad la diversidad y la analogía existente entre Dios y sus obras.

Y añade: por lo demás, hablando en general, estos principios de Santo Tomás no encierran otra cosa más que lo que ya habían descubierto los más importantes filósofos y Doctores de la Iglesia, meditando y argumentando sobre el conocimiento humano, sobre la naturaleza de Dios y de las cosas, sobre el orden moral y la consecución del fin último. Con un ingenio casi angélico, desarrolló y acrecentó toda esta cantidad de sabiduría recibida de los que le habían precedido, la empleó para presentar la doctrina sagrada a la mente humana, para ilustrarla y para darle firmeza.

Los puntos más importantes de la filosofía de Santo Tomás no deben ser considerados como algo opinable, que se pueda discutir, sino que son como los fundamentos en los que se asienta toda la ciencia de lo natural y lo divino. Si se rechazan estos fundamentos o se los pervierte, se seguirá necesariamente que quienes estudian las ciencias sagradas ni siquiera podrán captar el significado de las palabras, con las que el Magisterio de la Iglesia expone los dogmas revelados por Dios. Por eso quisimos advertir a quienes se dedican a enseñar la filosofía y la sagrada teología, que si se apartan de las huellas de Santo Tomás, principalmente en cuestiones de metafísica, será con gran detrimento.

Así, entre otras determinaciones, San Pío X exhortaba: pondrán en esto un particular empeño los profesores de filosofía cristiana y de sagrada teología, que deben tener siempre presente que no se les ha dado facultad de enseñar, para que expongan a sus alumnos las opiniones personales que tengan acerca de su asignatura, sino para que expongan las doctrinas plenamente aprobadas por la Iglesia. Concretamente, en lo que se refiere a la sagrada teología, es Nuestro deseo que su estudio se lleve a cabo siempre a la luz de la filosofía que hemos citado.

¡Cuánto dolor se hubiese ahorrado a la Iglesia y cuánto daño se hubiese evitado a las almas, con la fiel obediencia a esos mandatos de San Pío X! Pido ahora a mis hijas y a mis hijos, precisamente en este año en el que se conmemora el VII centenario de la muerte del Doctor Angélico, que sigan delicadamente esas indicaciones de la Iglesia en el estudio y en la enseñanza de la doctrina filosófica y teológica, seguros de que también así contribuiremos a que, por la misericordia divina, las aguas vuelvan a su cauce.

jueves, 29 de noviembre de 2012

CONFERENCIA DEL PADRE D. ALBERTO GUARDIA: "LA VERDAD DEL AMOR HUMANO"

LA VERDAD DEL AMOR HUMANO



Por su interés, Vita et Veritas les informa de la celebración del siguiente acto:

Coloquio con: D. ALBERTO GUARDIA VALERA

Licenciado en Teología

LA VERDAD DEL AMOR HUMANO

Viernes 30 de noviembre de 2012, a las 21:00 horas,

en la PARROQUIA INMACULADA CONCEPCIÓN

(Avda. de la Inmaculada, nº 48, Santiago y Zaraiche- Murcia)

21:00 a 21:30 – Explicación

21:30 a 21:50 – Testimonio

21:50 a 22:15 – Coloquio

22:15 a 22:30 – Vino español

Entrada gratuita hasta límite de aforo

lunes, 19 de noviembre de 2012

INTERESANTE CONFERENCIA SOBRE J.R.R. TOLKIEN



El 23 de noviembre, en el Real Casino de Murcia, a las 20 horas se presentará el “Club Chesterton” de Murcia, y la presentación se hará por todo lo alto con una conferencia de lujo.


La conferencia será de ENTRADA LIBRE Y GRATUITA, y tratará de Tolkien, con el mayor experto en España sobre este autor, don Eduardo Segura que lleva más de un cuarto de siglo estudiando su pensamiento y obra, que además de sus numerosos escritos y coloquios sobre el tema, fue uno de los encargados para la adaptación del libro a la película del Señor de los Anillos, lo cual fue un reconocimiento a su trayectoria.

El Club, quiere informar y formar a personas libres, y lo hará a través de los autores católicos, que hoy más que nunca están de rabiosa actualidad, y su pensamiento y obra saliendo del ostracismo y trayendo un poco de luz ante los nubarrones y sombras que hoy abundan en España, y además de autores españoles, incluirá no solo al autor que da nombre al Club si no también a Belloc, Tolkien, …


Lugar: Real Casino de Murcia

Fecha: 23 de noviembre

Hora: 20h

Características: Entrada LIBRE y GRATUITA

Esperemos que asistan y que sea un éxito si tienen alguna duda pueden escribirnos a:



clubchesterton@hotmail.com

Teléfono de inf. 670746048

domingo, 18 de noviembre de 2012

LAS PROFECIAS DE JUAN DE JERUSALEN

Juan de Jerusalén nació cerca de Vezelay, Francia, alrededor de los años 1040 ó 1042. Fue uno de los fundadores de la Orden de los Caballeros del Temple, en 1118. Murió poco después, en el año 1119 ó 1120, a la edad de 77 años.


Un manuscrito descubierto en los archivos de la KGB en Zagorsk, cerca de Moscú, y que data del siglo XIV, califica a Juan de Jerusalén de prudente entre los prudentes, santo entre los santos y que sabía leer y escuchar el cielo. También señala que Juan solía retirarse frecuentemente al desierto para rezar y meditar, y que estaba en la frontera entre la Tierra y el cielo.

Estas profecías estuvieron ocultas durante muchos años, hasta que en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, en 1941, fueron halladas por la S.S. en una sinagoga de Varsovia. Luego de la caída de la Alemania nazi, desaparecieron nuevamente, hasta que fueron redescubiertas en años recientes en los archivos secretos de la K.G.B. soviética.

Las profecías están escritas específicamente para este fin de milenio, y vienen a confirmar otras profecias de ma reciente aparición como las de Fátima.

Las presentamos aquí porque son coherentes con lo que afirma el texto profético bíblico. Y el cambio de lenguaje tiene a veces la virtud de que nos vuelve a hacer prestar atención a cosas que sabemos, pero que su repetición producen un cierto estado de anestesia en la comprensión de su profundidad y significado. Ademas aquí se agregan cumplimientos concretos muy ilustrativos de cosas que en la profecía bíblica aparecen como enunciados mas generales. Estas son las “Profecías de Juan de Jerusalen”:


PROFECIAS

Cuando empiece el año mil que sigue al año mil, el hambre oprime el vientre de tantos hombres y el frío aterirá tantas manos, que estos querrán ver otro mundo. Y vendrán mercaderes de ilusiones que ofrecerán el veneno. Pero esto destruirá los cuerpos y pudrirá las almas; y aquellos que hayan mezclado el veneno con su sangre serán como bestias salvajes caídas en una trampa, y matarán, y violarán, y despojarán, y robarán; y la vida será un Apocalipsis cotidiano.

No sabemos exactamente a que se refiere este pasaje, pero parece aludir a que serán distribuidas sustancias (probablemente drogas) que alterarán la conciencia del hombre para huir de la dolorosa realidad que se vivirá en ese momento.

Cuando empiece el año mil que sigue al año mil, el padre buscará el placer en su hija; el hombre en el hombre; el viejo en el niño impúber, y eso será a los ojos de todos… Pero la sangre se hará impura; el mal se extenderá de lecho en lecho, el cuerpo acogerá todas las podredumbres de la Tierra, los rostros serán consumidos, los miembros descarnados… el amor será una peligrosa amenaza para aquellos que se conozcan solo por la carne.

Este pasaje alude claramente a algo que ya estamos viviendo en nuestro tiempo, la expansión del aberrosexualismo donde todo vale, se hace alusión al incesto, a la homosexualidad y a la pederastia y las consecuencias nefastas que esto tendrá para la humanidad.


Cuando empiece el año mil que sigue al año mil, todos sabrán lo que ocurre en todos los lugares de la Tierra; se verá al niño cuyos huesos están marcados en la piel y al que tiene los ojos cubiertos de moscas y al que se da caza como a las ratas. Pero el hombre que lo vea volverá la cabeza, pues no se preocupará sino de sí mismo; dará un puñado de granos como limosna, mientras él dormirá sobre sacos llenos. Y lo que dé con una mano lo recogerá con la otra.

Este pasaje alude claramente a la inmoralidad y egoismo en el que vive hoy en dia el hombre, se hace alusión a las grandes hambrunas que han tenido lugar y que siguen teniendo lugar en el Africa negra y en otras parte del mundo y ante las cuales el hombre pasa con indiferencia, a lo máximo recurriendo a una falsa caridad que perpetua la injusticia.



Cuando empiece el año mil que sigue al año mill, el hombre comerciará con todo; todas las cosas tendrán precio; el árbol, el agua y el animal. Nada más será realmente dado, y todo será vendido.

Este pasaje alude claramente a la sociedad de cosumo en la que hoy en dia vivimos, y en la que todo es objeto de comercialización.

Cuando empiece el año mil que sigue al año mil, los hombres ya no confiarán en la ley de Dios, sino que querrán guiar su vida como a una montura; querrán elegir a los hijos en el vientre de sus mujeres y matarán a aquellos que no deseen. Pero ¿qué será de estos hombres que se creen Dios?

Aquí se alude a lo que ha sido el Gran Crimen del Siglo XX, el aborto, también se alude a la aberración que supone la seleccion génetica de los niños en el vientre materno, finalmente crítica la enorme soberbia del hombre queriendo ser como Dios.



Cuando empiece el año mil que sigue al año mil el hombre habrá cambiado la faz de la Tierra; se proclamará el señor y el soberano de los bosques y las manadas. Habrá surcado el sol y el cielo y trazado caminos en los ríos y en los mares. Pero la Tierra estará desnuda y será estéril. El aire quemará y el agua será fétida. La vida se marchitará porque el hombre agotará las riquezas del mundo. Y el hombre estará solo como un lobo, en el odio a sí mismo.

Claramente este pasaje se refiere a la destrucción que está haciendo el hombre de su entorno, al gran desarrollo tecnológico que conseguirá pero a la misma vez el vacio existencial que tendrá, esta profecia se cumple en nuestros dias.

Cuando empiece el año mil que sigue al año mil, las enfermedades del agua, del cielo y de la Tierra atacarán al hombre y le amenazarán; querrá hacer renacer lo que ha destruido y proteger su entorno; tendrá miedo de los días futuros. Pero será demasiado tarde; el desierto devorará la tierra y el agua será cada vez más profunda, y en algunos días se desbordará, llevándose todo por delante como en un diluvio, y al día siguiente la tierra carecerá de ella y el aire consumirá los cuerpos de los más débiles.

Aqúi San Juan de Jerusalen alude a lo que será el inicio del castigo por la Apostasia del hombre, su soberbia y su alejamiento de Dios, en otras profecias también se alude al agua como elemento de castigo y purificación.

Cuando empiece el año mil que sigue al año mill, la Tierra temblará en muchos lugares y las ciudades se hundirán; todo lo que se haya construido sin escuchar a los sabios será amenazado y destruido; el lodo inundará los pueblos y el suelo se abrirá bajo los palacios. El hombre se obstinará porque el orgullo es su locura; no escuchará las advertencias repetidas de la Tierra, pero el incendio destruirá las nuevas Romas y, entre los escombros acumulados, los pobres y los bárbaros, a pesar de las legiones, saquearán las riquezas abandonadas.

Esta otra Profecia sigue aludiendo al castigo del Final de los Tiempos que es inminente, como ya se avisa en otras profecias, y también en las Sagradas Escrituras, se producirán grandes terremotos. Los cientificos ya advierten en nuestros dias de la creciente inestabilización del nucleo terrestre que en un futuro próximo podria originar terremotos nunca antes vistos.

Cuando empiece el año mil que sigue al año mil, el sol quemará la Tierra; el aire ya no será el velo que protege del fuego, no será más que una cortina agujereada, y la luz ardiente consumirá las pieles y los ojos. El mar se alzará como agua enfurecida; las ciudades y las riberas quedarán inundadas y continentes enteros desaparecerán; los hombres se refugiarán en las alturas y, olvidando lo ocurrido, iniciarán la reconstrucción.

Es curioso, porque según la ciencia el cumplimiento de esta profecia es inminente, ver mas iformación:

"Descubren agujeros en la magnetosfera": http://sophimania.pe/2012/10/25/magnetosfera-encuentran-agujeros-en-el-escudo-de-la-tierra/

"Supertormenta solar para 2013": http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/sociedad/alerta-por-tormenta-solar-siglo-20120824

Llegados plenamente al año mil que sigue al año mil, El hombre conocerá un segundo nacimiento; el espíritu se apoderará de las gentes, que comulgarán en fraternidad; entonces se anunciará el fin de los tiempos bárbaros. Será el triunfo de un nuevo vigor de la fe; después de los días negros del inicio del año mil que viene después del año mil, empezarán los días felices; el hombre reencontrará el camino de los hombres y la Tierra será ordenada.

Esta última profecia nos habla de la restauración del hombre despues del final de los tiempos, comenzará el reinado mesiñanico de Cristo y la Fe tendrá un vigor nunca antes visto, el hombre se someterá a la voluntad de Dios y vivirá en orden y justicia.

Hay que vivir pues en Gracia de Dios, recurriendo frecuentemente a los sacramentos, para ser dignos por la misericordia de Dios de la salvación eterna y superar estos tiempos dificiles para la salvación de las almas que ya son inminentes.


martes, 13 de noviembre de 2012

CRÓNICA DEL PRIMER ROSARIO POR ESPAÑA EN LA CAPITAL MURCIANA

Alrededor de un centenar de personas nos hemos concentrado esta noche frente a la Catedral de Murcia por primera vez para rezar el Santo Rosario por las necesidades de nuestra Patria, a pesar del diluvio que ha caído durante todo el día el cielo lucia despejado a la hora del Rosario, por lo cual le damos las gracias al Señor.


Alrededor de una talla de la “Rosa Mística” traída a Murcia para la ocasión, hemos ido rezando uno tras otro los cinco Misterios Gozosos del Santo Rosario, cada misterio se ha ofrecido por una necesidad especifica de nuestra Patria, por la conversión de España, por el fin del aborto y de todo atentado contra la vida humana, por la familia cristiana, única y verdadera familia, por el fin de la crisis y las necesidades de los que no tienen pan para comer o un techo donde dormir, por la Unidad de España, tan amenaza hoy en día por los que siembran odio y división entre hermanos, etc.


También se pidió por la sanación de Álvaro, un joven hermano que sufre en estos momentos una grave enfermedad y por toda su familia, así como por las necesidades de la Iglesia, el Papa Benedicto XVI o las almas del purgatorio, quien poco pide, poco confía en el Señor, y nosotros hemos querido confiar mucho pidiendo muchas cosas para el bien de todos.

Nuestro agradecimiento con la mayor sinceridad a todos los que nos han acompañado en esta iniciativa, especialmente a aquellos hermanos que han venido de poblaciones alejadas de la capital, como Lorca o Lorquí, también un agradecimiento especial a los sacerdotes y consagradas que nos han acompañado, que este Rosario sea para Mayor Gloria de Dios, y para salvación de España.

Os esperamos a todos el 12 de Diciembre, a las 20:00, en la Plaza de la Cruz.

Que Dios os bendiga.

Antonio Moreno (Coordinador del "Rosario por España")   Mas información: http://rosarioporespaña.blogspot.com

domingo, 11 de noviembre de 2012

EEUU, HACIA EL PRECIPICIO FISCAL Y EL COLAPSO ECONOMICO TOTAL

EEUU se encuentra entre la espada y la pared, las políticas de Obama de crear enormes cantidades de dinero ficticio de la nada, y de incrementar la deuda norteamericana por encima de los 16 Billones de dolares (conteo europeo) solo han conseguido un debil crecimiento de la economía norteamericana durante los últimos meses, lo que ha hecho Obama basicamente es inyectar morfina financiera, que palia el dolor pero acorta la vida del enfermo.

Ahora Obama se encuentra ante una dificil situación, o recorta el endeudamiento y frena la monetización de la economia con las consecuencias de una fuerte recesión del PIB norteamericano durante los proximos años, o sigue sus políticas arriesgandose a provocar una crisis hiperinflacionista y a poner a EEUU en un serio riesgo de impago de la deuda.

Elija el camino que elija la economía norteamericana, y por extensión la economía mundial, se dirige al colapso de manera inexorable.



La reelección del presidente Barack Obama como inquilino de la Casa Blanca era un secreto a voces entre las mesas de inversión del distrito financiero. Aún así, que los inversores ya descontasen desde hace tiempo una victoria del demócrata, cuyo bagaje regulatorio le ha creado más enemigos que seguidores entre el colectivo empresarial de Estados Unidos, no evitó que a la renta variable se le atragantase el resultado de los comicios. La resaca de la campaña electoral dejó un amargo sabor entre las bolsas estadounidenses, que sufrieron su peor caída del año. Muchos quedaron atónitos cuando la renta variable no consiguió levantar cabeza el pasado jueves, y es que al mercado no le gusta la incertidumbre y, en estos momentos, el nuevo mapa político de la primera economía del mundo no consigue eliminar el tormento que para muchos supone el ajuste fiscal que se avecina.


La situación es tan delicada que incluso Lloyd Blankfein, consejero delegado de Goldman Sachs, forma parte de una iniciativa en la que varios millonarios directivos se han comprometido a pagar hasta un 5 por ciento más en impuestos a cambio de que el Capitolio y la Casa Blanca alcancen un acuerdo a largo plazo para evitar que la recuperación se despeñe por el conocido como "acantilado fiscal" o fiscal cliff.

"El acantilado fiscal es de suma importancia en la lista de eventos que podrían detener nuestra lenta recuperación", dijo durante una reciente entrevista en la cadena CNBC. Eso sí, reconoció que sea cuál sea el resultado, no sabe cómo reaccionará la renta variable. "Es un ser diferente", señaló Blankfein.

Cómo cuadrar cuentas en 51 días

Aproximádamente en 51 días, la economía estadounidense podría culminar lo que muchos, incluido el Fondo Monetario Internacional (FMI), consideran ya un suicidio fiscal. Para entonces, si el presidente Barack Obama no consigue hacer migas con los republicanos en el control de la Cámara de Representantes, el próximo 31 de diciembre el país saltará al vacio hacia el bautizado como abismo fiscal, un ajuste automático por valor del 4 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB).

En un momento en que la disciplina y la austeridad fiscal están de moda, especialmente en el Viejo Continente, un ajuste por valor de 668.000 millones de dólares debería hacer las delicias de los tecnócratas más exigentes, especialmente si tenemos en cuenta que parte de las desavenencias entre los líderes del núcleo duro la zona euro y la administración Obama ha sido el apego del demócrata a los estímulos económicos y las políticas económicas de Keynes.

Sin embargo, en esto de ponerse a dieta y conseguir meter en cintura el déficit mientras se rebaja el endeudamiento, pasar de la glotonería a la hambruna en un abrir y cerrar de ojos podría convertirse en una fórmula tóxica que podría envenenar el consumo de la primera potencia mundial. Al fin y al cabo, en las profundidades de este tenebroso acantilado se incluye una subida de impuestos por valor de 532.000 millones de dólares, que no sólo afectará a las rentas más altas sino que impactará de lleno sobre las declaraciones de la renta de los ciudadanos de a pie.

Así, buena parte de los estadounidenses, desde aquellos que ganan menos de 10.000 dólares al año hasta los multimillonarios, verán como la tasa impositiva sobre sus ingresos regresa a los niveles previos a 2001, cuando la administración Bush optó por recuperar la moral de la población a golpe de recortes de impuestos que han durado hasta la fecha. Dicho evento supondría subidas fiscales anuales que oscilarían entre los 700 y los 200.000 dólares. Un ejemplo: un ciudadano que ingrese entre 50.000 y 75.000 dólares anuales -horquilla en la que se sitúa el mayor porcentaje de la población- vería como su declaración de la renta se incrementaría en, al menos, 2.319 dólares.

Desde que los incentivos de la era Bush fueran aprobados el 7 de junio de 2001, poco más de tres meses antes de los macabros atentados del 11 de septiembre, el S&P se ha revalorizado aproximadamente un 9,03 por ciento y dicho colchón ha servido como amortiguador al estallido de la burbuja de las punto.com, la crisis subprime y, ahora, de la enclenque recuperación estadounidense tras sufrir la peor recesión desde la Gran Depresión.

Pero no sólo los ciudadanos podrían sufrir el impacto de un salto sin precedentes. Otras tasas impositivas sobre las plusvalías y dividendos corren el riesgo de sufrir un aumento significativo. Un aumento de impuestos sobre los ingresos de capital tendría un gran impacto en los precios de acciones, bonos, viviendas, y sobre cualquier empresa que haya tenido éxito en los últimos años. Si Obama no logra entenderse con el Congreso y los planes se mantienen como hasta ahora, el aumento impositivo sobre las ganancias de capital podrían registrar el mayor aumento anual de la historia.

¿Ataque o defensa?

"Los inversores deben proteger sus activos con metralletas", advertía a la cadena Bloomberg el pasado miércoles Marc Faber, inversor y autor del informe Gloom, Boom & Doom, tras conocer el resultado electoral y los retos que enfrenta el presidente a corto plazo. Según su punto de vista, la renta variable estadounidense podría caer hasta un 50 por ciento de aquí a los próximos meses.
Desde Bank of America Merrill Lynch su economista jefe, Ethan Harris, explica que para ambos partidos políticos, el que se haya mantenido el statu quo significa que los votantes apoyan sus respectivas posturas, "por lo que no se volverá más fácil llegar a un acuerdo". Además, la división entre la Cámara de los Republicanos y el Senado de los Demócratas sigue presente. Esto significa "que las negociaciones en torno al precipicio fiscal serán todo un desafío, y que la incertidumbre de la comunidad empresarial puede prolongarse".
Para Thomas J. Lee, gestor de fondos de J.P.Morgan, el brusco ajuste fiscal en ciernes supone "el mayor riesgo a corto plazo". De hecho, según sus cálculos, si el salto al vacío se hace inevitable la situación podría "justificar un desplome del S&P 500 hasta niveles de los 1.350 puntos frente a los 1.400 de hoy en día". Dicho esto, desde el banco liderado por Jamie Dimon ven poco probable que esta situación acabe por convertirse en realidad.

Al fin y al cabo, con las elecciones ya cerradas, el compromiso para solventar la situación cobra un aspecto menos político. En estos momentos, el destino fiscal del país depende de tres actores principales: el presidente demócrata, Barack Obama, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner ,y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid. "A diferencia de las negociaciones mantenidas hace más de un año, cuando las estrategias electorales de 2012 interfirieron las negociaciones, existe la posibilidad de llegar a un acuerdo, o al menos aplazar las decisiones difíciles", apunta Lee.

El pánico actual recuerda, y mucho, al vivido durante las semanas que rodearon a las negociaciones sobre el techo de deuda, que culminaron a primeros de agosto de 2011 con Standard & Poor's arrebatando la preciada triple A, la máxima calificación de las agencias de rating, a la deuda soberana estadounidense. Por aquel entonces, el Dow Jones perdió 635 puntos y el S&P cayó 80 puntos o cerca de un 6,7 por ciento, para cerrar en los 1.119 puntos. Durante el mes siguiente a dicho suceso, el sentimiento bajista se implantó cómodamente en Wall Street, donde muchos estaban convencidos de que veríamos otra recesión. Aún así, el mercado logró imponer un mínimo técnico bastante fuerte en octubre de 2011 y ahora ha rebotado cerca de un 24,5 por ciento desde entonces.

En este contexto de dudas, la opción más práctica para el inversor medio que desee construir o remodelar una posición en EEUU dentro de su cartera vuelve a ser la adquisición de un fondo de inversión o, si quiere mayor liquidez, de un ETF que replique el comportamiento de un activo estadounidense.

Dentro del universo de inversión de productos made in USA, en vez de poner acento en los fondos que presentan mejor comportamiento no sólo en lo que va de año -en el que los datos están distorsionados por el vuelo hacia la calidad en el lado de la deuda, y por la Operación Twist y la gran magnitud del QE3 en el lado bursátil-, en elEconomista hemos seleccionado aquellos productos que han sabido generar mayor valor añadido a lo largo de toda la crisis.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

YA SOLO QUEDA LA EUTANASIA, LA POLIGAMIA Y LA PERSECUCION DE LOS CRISTIANOS



El 28 de noviembre de 1978, uno de los pocos obispos católicos que ejercía de buen pastor en España, tuvo a bien escribir una pastoral dirigida a sus fieles sobre el referendum para aprobar la Constitución. Esa que hoy sigue, al menos eso dicen, todavía vigente. Se trataba del Cardenal y Arzobispo de Toledo, S.E.R Marcelo González Martín, a la sazón Primado de España y más conocido como “Don Marcelo".


Decía don Marcelo:

Queremos cumplir con nuestro deber irrenunciable de responder a las consultas de los fieles y, vamos a hacerlo desde una perspectiva puramente moral y religiosa. Nos lo impone la misión que Cristo y la Iglesia nos han encomendado.
Como ven ustedes, la intención era cumplir con su deber como pastor. Ahora bien, eso se puede hacer de muchas maneras. Hemos leído tantas pastorales y documentos de conferencias episcopales orientando el voto, que ya nos hemos acostumbrado a un tipo de mensaje que sirve para salir del paso, cumplir el expediente y poco más.
El cardenal primado señalaba dónde estaba el quid de la cuestión en relación a la actual Constitución:

El hecho de que haya valores políticos que se estiman positivos no dispensa de ponderar seriamente los elementos negativos. ¿Estos elementos son acaso deficiencias tolerables, bien porque no pudiendo evitarlos se compensan con los valores positivos, bien porque tolerándolos se evitan males mayores? ¿O, por el contrario, son gusanos que inficionan toda la manzana, haciéndola dañina o inaceptable?

Efectivamente, por muy rica que sea una tarta, por muy bien presentada que esté, con una guinda en el centro de la misma, nadie en su sano juicio probaría un trozo si tuviera la duda de que está envenenada. Pues bien, ¿qué tipo de tarta es la que los españoles se tragaron en 1978? Don Marcelo lo explicó muy bien:

Estimamos muy grave proponer una Constitución agnóstica –que se sitúa en una posición de neutralidad ante los valores cristianos- a una nación de bautizados, de cuya inmensa mayoría no consta que haya renunciado a su fe. No vemos cómo se concilia esto con el “deber moral de las sociedades para con la verdadera religión", reafirmado por el Concilio Vaticano II en su declaración sobre libertad religiosa (DH, 1).

Sin la menor duda el cardenal tenía razón en que la España de 1978 era mayoritariamente católica. Desgraciada, pero no imprevisiblemente, hoy no podría decir lo mismo. La mayoría de los españoles bautizados ya ha reunciado a su fe. Al menos no la practica o no la tiene en cuenta como elemento esencial para desarrollar sus vidas y no digamos nada a la hora de votar. Apenas un 20% de españoles puede decir que es católico practicante. Y lo que no se practica, deja de existir. La fe no es un libro viejo que se pueda dejar en una estantería o en un baúl viejo del que se pierde la llave. La fe modela la conciencia o no es fe. La fe guía la vida del creyente o no es fe.

Que don Marcelo apelara al Concilio Vaticano II para protestar contra la ausencia de enraizamiento en la fe católica de la constitución española, demuestra el grave error de los que apelaban a dicho concilio para justificar la huída del confesionalismo, ese que por entonces seguía presente, siquiera nominalmente, en muchas naciones europeas plenamente democráticas.

Sigamos leyendo al buen pastor:

Consecuencia lógica de lo anterior es algo que toca a los cimientos de la misma sociedad civil: la falta de referencia a los principios supremos de ley natural o divina. La orientación moral de las leyes y actos de gobierno queda a merced de los poderes públicos turnantes.

Don Marcelo creía que dependiendo de quién gobernara, las leyes tendrían una orientación moral cambiante. Hoy sabemos que se equivocó. Da igual que gobierne el PSOE o el PP. La maldad de las leyes de ingeniería social es la misma. No hay una alternativa real a la mentalidad perversa y anticristiana presente en la legislación española. Ni la hay ni la habrá a corto-medio plazo, porque vivimos secuestrados por una aplicación nefasta del principio del mal menor.

Más:

En el campo de la Educación, la Constitución no garantiza suficientemente la libertad de enseñanza y la igualdad de oportunidades… Sobre todo, no se garantiza de verdad a los padres la formación religiosa y moral de sus hijos. Porque no basta consignar el derecho de los padres o los educadores a recibir la formación que elijan… la Constitución no da garantías contra la pretensión de aquellos docentes que quieran proyectar sobre los alumnos su personal visión o falta de visión moral y religiosa, violando con una mal entendida libertad de cátedra el derecho inviolable de los padres y los educandos. El mal que esto puede hacer a las familias cristianas es incalculable.

Esa “profecía” del cardenal se ha cumplido delante de nuestras narices en la última década. La asignatura Educación para la Ciudadanía va más allá de la libertad de cátedra, pues lo que ha pretendido es imponer una moral de estado por encima del derecho de los padres sobre la educación de sus hijos. Y lo que pretende el PP ahora es maquillar un poco esa realidad, pero dejando intacto el esqueleto de la asignatura, que volverá a ser rellenada de oprobio en cuanto vuelvan a gobernar los socialistas.
Dijo don Marcelo:

La Constitución no tutela los valores morales de la familia, que por otra parte están siendo ya agredidos con la propaganda del divorcio, de los anticonceptivos y de la arbitrariedad sexual…

Se abre la puerta para que el matrimonio, indisoluble por derecho divino y natural, se vea atacado por la “peste” (Conc. Vat.) de una ley del divorcio, fábrica ingente de matrimonios rotos y de huérfanos con padre y madre.

¿Alguien duda hoy que el cardenal acertó de pleno? Escribí ayer en este blog:

… el matrimonio civil en España es hoy una farsa patética, que tiene tanta o menos protección que un contrato firmado en una servilleta entre dos señores que se ponen de acuerdo para ir de caza. Desde luego, tiene más fuerza un contrato hipotecario que un matrimonio. Como ya he señalado en otras ocasiones, el matrimonio en España es esa figura jurídica por la cual se legaliza una unión en la que una de las dos partes puede decidir, de la noche a la mañana y sin explicación alguna, que la otra se largue del hogar para meter dentro a otra persona con la cual empezar una nueva convivencia, sin que eso implique penalización alguna a la hora de disolver la unión previa.

Esta Constitución ha permitido y promovido la aniquilación de la institución familiar. La sentencia de ayer del TC no es sino la puntilla dada sobre un toro moribundo que vomitaba sangre en la arena de la plaza de la ignominia, tras haber sido sometido a la tortura del picador, de los banderilleros y del estoque. No hay faena que no acabe con la muerte del morlaco. Pero lo que ha muerto ya en la plaza de España no es un animal, sino la institución más fundamental de una sociedad que se precie no solo de ser cristiana sino civilizada.

Como es comprensible, el cardenal de Toledo no llegó a imaginarse que esa Constitución no sería siquiera un muro de contención contra esa aberración antropológica y moral llamada matrimonio homosexual. Pero una vez que conviertes el matrimonio civil en una mala comedia, ¿qué puede evitar que derive en un engendro antinatural?

Más de don Marcelo:

En relación con el aborto, no se ha conseguido la claridad y la seguridad necesarias. No se vota explícitamente este “crimen abominable” (Conc. Vat. II). La fórmula del artículo 15: “Todos tienen derecho a la vida”, supone, para su recta intelección, una concepción del hombre que diversos sectores parlamentarios no comparten. ¿Va a evitar esa fórmula que una mayoría parlamentaria quiera legalizar en su día el aborto? Aquellos de quienes dependerá en gran parte el uso de la Constitución han declarado que no.

Hubo otro cardenal, Tarancón, que años después confirmó que los obispos sabían que la Constitución traería el aborto legal a España. A pesar de lo cual, no pusieron todo el peso moral de la Iglesia en este país para evitarlo. La fuerza de don Marcelo y de unos pocos obispos que, como él, vieron lo que se nos venía encima para advertir a los fieles de que se nos estaba conduciendo al abismo, no pudo contrarrestar la actitud displicente y cómplice de quienes estaban al frente de la Conferencia Episcopal.

Oficialmente -a saber cuál es la realidad- llevamos ya casi un millón y medio de seres humanos que no han podido nacer gracias a las leyes emanadas de esta Constitución. Ríanse ustedes de todas las guerras que hayan podido tener lugar en esta tierra. Ninguna ha provocado tantas muertes.

Concluía don Marcelo:

Estos son, a nuestro parecer, los riesgos más notables a los que la Constitución puede abrir paso. Su gravedad es manifiesta, los que por razones de orden político se inclinen a un voto positivo consideren ante Dios si realmente hay mayores males que justifiquen la tolerancia de un supuesto mal menor, sin olvidar que no es lo mismo tolerar un mal, cuando no se ha podido impedir, que cooperar a implantarlo positivamente dándole vigor de ley.

Siempre el dichoso mal menor. Sí, ese que se ha convertido en un mal mayor, porque hace que el voto supuestamente católico -yo dudo que exista- vaya mayoritariamente al PP, partido que tiene tanta responsabilidad moral o más que el PSOE en el hecho de que leyes de inanes estén vigentes hoy en este país.

Decía San Pablo que la ley mosaica era el maestro (pedaogogo) que nos llevaba a Cristo (Gal 3,24). La actual Constitución ha sido la maestra que ha puesto a España en manos de Satanás.

Y, sin embargo, esto todavía no ha acabado. En futuros años se aprobarán nuevas leyes que ahondarán en la miseria moral de esta nación apóstata. La eutanasia será posiblemente la primera. El PSOE la aprobará y el PP la mantendrá. Es bastante posible que la poligamia acabe siendo reconocida, o al menos permitida, ya que la población musulmana en España será cada vez mayor. De hecho, la poligamia es más conforme a la ley natural que el matrimonio homosexual, así que tampoco añadirá mucha más ignominia a esa basura llamada matrimonio civil.

Tampoco albergo dudas de que los pocos o muchos cristianos que quedemos en este país seremos perseguidos por la ley si osamos plantar cara dialécticamente a todas estas leyes infames. Ya hemos visto lo que querían hacer con Mons. Reig Pla por predicar la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad. Ya hemos visto lo que se ha hecho con los padres objetores a la EpC. Tendremos leyes contra la homofobia para ponernos un esparadrapo en la boca, de manera que ni siquiera podamos llamar pecado a lo que Dios llama pecado -ya pasa en Europa-. Tendremos leyes que servirán incluso para quitanos la custodia de nuestros hijos en caso de que osemos luchar para evitar que los eduquen en sus valores anticristianos -ya pasa en Alemania e Irlanda va camino de ello-. Se nos prohibirá intentar evitar abortos por medio del contacto con las mujeres que quieren abortar. Etc.

Se cumplirá, en definitiva, aquello de lo que nos advirtió Cristo:

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.Mat 5,13

¿Por qué digo eso? Pues porque lo que recogemos hoy es ni más ni menos que el fruto de lo que se sembró décadas atrás. Acierta de pleno el P. Iraburu en su último post al afirmar que “aquellos cristianos que son cómplices del mundo son los más eficaces agentes de la descristianización“. Cuando la Iglesia pintaba algo en este país, la mayoría de los pastores decidió no pintar nada. Y ahora ya no sabemos casi ni coger el pincel. La Iglesia en España pudo ser luz que evitara que la Constitución fuera un instrumento de iniquidad. No sé si lo habríamos conseguido, pero es que ni siquiera se intentó. Y a los que lo intentaron se les arrinconó, se les tachó de profetas de calamidades -sus profecías se han cumplido todas-, se les tachó de buscar la perpetuación del anterior régimen, etc.

De hecho, es bastante probable que los que hoy decimos lo mismo que don Marcelo, recibamos ese tipo de acusaciones. Por escribir esto se me dirá que soy un facha, un fundamentalista tridentino, un cristiano cenizo, etc. Lo cual me tiene sin cuidado, dicho sea de paso. Concluyo citando los dos últimos párrafos del mencionado post de nuestro editor. Habla de la naciones cristianas ricas de Occidente y vale, por tanto, para España:

Se ha consumado en nuestro tiempo la apostasía de las naciones cristianas ricas de Occidente. El Renaci­miento, aunque admira la antigüedad pagana y da comienzo al menosprecio sistemático del pasado cristiano, aún acepta la Iglesia de Cristo. La Reforma protestante rechaza la Iglesia, pero admite a Cristo. La Ilustración rechaza la Iglesia y Cristo, pero dice creer en el Dios del deísmo, que no interviene para nada en la historia del mundo. El Liberalismo que le sigue, y sus hijos liberales y socialistas, marxistas o nazis, no cree en la Iglesia, ni en Cristo, ni en Dios; sólo en el hombre. Finalmente, la Apostasía actual no cree ya ni en la Iglesia ni en Cristo, ni en Dios ni en el hombre.

Queda un Resto de fieles, recogido por Dios en ciertas Arcas, que logran flotar en medio del Diluvio universal.

Quiera Dios que InfoCatólica sea por mucho tiempo una de esas Arcas. Que el Señor nos lo conceda y nos dé fuerzas para ser sus testigos.

Luis Fernando Pérez Bustamante


http://infocatolica.com/blog/coradcor.php/1211071224-ya-solo-queda-la-eutanasia-la

sábado, 3 de noviembre de 2012

EL SACERDOTE MANUEL GUERRA REVELA EN SU ULTIMO LIBRO LA INFILTRACION MASONICA EN LA CUPULA DEL PP Y DE OTROS PARTIDOS POLITICOS

El sacerdote Manuel Guerra, en su nuevo libro recién publicado Masonería, religión y política (Editorial Sekotia), realiza una revisión sobre la masonería y sus implicaciones históricas en el ámbito de la religión y la política. El autor dedica un apartado a hablar de la masonería y los partidos políticos españoles del siglo XXI.


En él asegura que “alguien relacionado con la masonería me informó de que ésta dominaba la cúpula nacional del Partido Popular”. No se revelan los nombres, pero asegura que “fueron confirmados por otras personas masónicas y exmasónicas”.

El libro también revela que, según esta fuente de Manuel Guerra, "hacía tiempo que se habían infiltrado en el PP gallego y en el canario y que acababa de hacerlo en el PP vasco”.



El caso de Canarias

Destaca especialmente la situación de las Islas Canarias en donde, según afirma Guerra, los partidos políticos se vieron infiltrados por los masones hace ya mucho.

Haciendo una comparación entre los distintos partidos y atendiendo al número de infiltraciones, “puede decirse que hay algunos masones en el PP, bastantes en Coalición Canaria y muchos en el PSOE canario”, asegura.


Una nueva obra imprescindible del padre Manuel Guerra.

Los masones en partidos de izquierda

La obra, que evita dar nombres de los políticos del PP, sí menciona a algunos mandatarios de izquierdas. En concreto, Guerra cita a José Luis Rodríguez Zapatero y a su declarada “condición masónica”. Recuerda, además, las palabras que el ex presidente del Gobierno pronunció en un mitin de la campaña electoral el 8 de febrero de 2004: “¡Más gimnasia, menos religión!”.

El autor menciona otra realidad creada por el ex líder socialista, la Alianza de Civilizaciones, a la que tacha de “organización masónica”. Y añade: “Está sin hacer el estudio de la ayuda prestada por los gobiernos socialistas” a dichas iniciativas.

Esquerra Republicana de Catalunya también contaría entre sus filas con masones. Es más, “la mayoría” de ERC estaría controlada por las logias. Guerra señala a Carod Rovira (que ya no milita en el partido) y Maria Àngels Prats, abogada y ex Gran Maestra de la Logia Derecho Humano (Orden Masónica Mixta Internacional fundada en 1883).


http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=25588